Proteína: el nutriente que todos nombran pero pocos entienden
Hoy todo el mundo habla de proteína. Está en las barritas, en los batidos, en las galletitas y hasta en el shampoo (ponele). Pero pocos entienden realmente por qué es importante o de dónde conviene obtenerla.
Empecemos por lo básico: la proteína es el material de construcción del cuerpo.
Tus músculos, tu piel, tu pelo, tus órganos… todo necesita proteína para repararse y mantenerse fuerte. Cuando entrenás, el cuerpo rompe fibras musculares y después las reconstruye. Y ahí es donde la proteína entra en juego. Sin ella, no hay recuperación.
Pero no todas las fuentes de proteína son iguales. No es lo mismo comer un pedazo de carne que una “barrita proteica sabor cookies & cream” llena de azúcar y polvos de laboratorio.
La diferencia está en la calidad: las proteínas animales, como la de la carne vacuna, tienen todos los aminoácidos esenciales que tu cuerpo necesita. Las vegetales, muchas veces, no.
Por eso MIT Jerky es una fuente de proteína real, simple y de calidad. Cada paquete tiene alrededor de 15 g de proteína pura, sin agregados raros ni procesos artificiales. Solo carne vacuna deshidratada y condimentos naturales.
Además, es portátil y práctico. No necesitás cocinar ni mezclar nada. Lo abrís, lo comés y listo. Ideal para después de entrenar, cuando estás de viaje o simplemente cuando tenés hambre y querés algo que te deje satisfecho.
Beneficios rápidos de la proteína:
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Te mantiene saciado por más tiempo (adiós ataques de hambre).
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Ayuda a conservar y reparar masa muscular.
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Mejora la energía y el rendimiento físico.
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Favorece la recuperación después del ejercicio.
Y no, no necesitás comer 12 huevos por día ni tomar batidos con gusto a cartón.
Una buena dosis de jerky te da la proteína que tu cuerpo necesita, sin drama, sin shaker y sin excusas.
Porque al final del día, no se trata de contar gramos, sino de elegir calidad.
Y en eso, el jerky gana por goleada.
